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LA VISITA DEL GENERAL DE GAULLE A CAMBADOS

Redacción revista eSmás | revista eSmás O Salnés Nº 21 Verano 2022

¿Porqué eligió un lugar tan alejado para descansar unos días?
LA VISITA DEL GENERAL DE GAULLE A CAMBADOS

Fue en junio de 1970 cuando el más recordado Jefe de Estado francés desde el inicio de la República, General  De Gaulle visitó Cambados, siendo igualmente el más famoso político y militar que se hospedó en el Parador Nacional del Albariño. Tanto los periodistas de la época, como en años posteriores se han preguntado sobre la causa de la visita a Cambados del general francés.  ¿Porqué eligió un lugar tan alejado para descansar unos días? Posiblemente la causa principal – además de visitar la catedral de Santiago – fue rememorar la tierra de sus antecesores: su familia procedía de Lille en el norte de Francia, que como se sabe fue poblada primitivamente por lo celtas y posteriormente por los vikingos. Recordaba sin duda a su tío Charles, un historiador enamorado de la cultura celta y decidido partidario de la unión de escoceses, galeses, irlandeses y bretones franceses.  También hay que citar a su abuelo Philippe que dedicó parte de su vida a la investigación histórica comunicando a su nieto este amor por el celtismo, siendo posible que bajo este recuerdo visitara esta parte de Galicia.

Bajo este contexto, quien más acertó sobre el motivo de su visita a Cambados fue la periodista Catherin Nay, del periódico “L´Expres” que diría por entonces que ”De Gaulle ha ido a Galicia porque esa región española es un país celta como Bretaña – visitado por el expresidente cuando su último viaje oficial a Irlanda – destino del primer viaje particular”. Toda la prensa nacional se hacía eco de esta visita. Así, “La Vanguardia decía” que durante su estancia en Cambados, solo el alcalde y el cura párroco mantendrían contacto directo “con el expresidente de la República Francesa durante su estancia en Cambados”, y a la pregunta de la posibilidad de que el general De Gaulle visitara una bodega de la comarca, el alcalde respondía que “no sabemos si deseará conocer alguna”. También la prensa extranjera comentaba esta visita a Galicia y especialmente a Cambados. Por ejemplo el “Kentucky New Era” decía el dos de junio de 1970 que “El último presidente de Francia, Charles De Gaulle y su esposa dejan su lugar en Colombey les Deux Eglises aparentemente en ruta hacia España”, y tras algunos comentarios sobre el expresidente francés, relataba que “han reservado habitaciones en Cambados al noroeste de España y quedará en España sobre tres semanas”.

Lo cierto es que el general no visitó bodega alguna, pero según posteriores declaraciones de Ramón Pintos, el vino que tomó en el Parador Nacional del Albariño fue de su cosecha “por decisión del alcalde”, y en las dos cestas de mimbre típicas de la región que Joaquín Folé regaló al general, en cada una de ellas “habrán seis botellas de albariño” como recuerdo del vino de Cambados. Antes de su llegada a Cambados había estado en la catedral compostelana, en donde visitó la llamada capilla de los franceses dedicada a San Luis, rey de Francia, dando también el tradicional abrazo al apóstol. Ya en el altar mayor, el matrimonio se sentó en sendos reclinatorios, y como colofón, contemplaron el botafumeiro, ”objeto volante al que el notable escritor Victor Hugo bautizó como el Rey de los incensarios”.

Efectivamente, tras su visita a la Catedral de Santiago, como ya lo había hecho su antiguo jefe y posteriormente enemigo, el mariscal  Petain, el día cinco de junio de 1970 llegaba a Cambados para hospedarse en el parador del Albariño, acompañado de su esposa Yvone Vendroux, un cochero, su ayudante el coronel M. Desgree, su veterano chofer Paul Fontennie y otros miembros de su séquito, hasta un total de nueve personas. La caravana que llegó a Cambados con el general estaba formada por dos automóviles tipo “tiburón”, en uno de los cuales viajaba De Gaulle, seguido por otros dos coches en los que se acomodaban periodistas de varias nacionalidades encargados de las noticias de su viaje a España. El enviado por el periódico “ABC” comentaba que había más de 500 personas esperando al general De Gaulle a la entrada del parador, la mayoría de ellos jóvenes. “Bajó del coche y se volvió hacia el público elevando por tres veces los brazos en señal de saludo al público. Seguidamente fue saludado por el alcalde de la ciudad y por el director del parador, el gobernador civil de la provincia y otras autoridades”. El alcalde Fole, estaba acompañado por sus hijas Marta, Minucha y María Noel, siendo la última la encargada de ofrecer un ramo de flores a la señora De Gaulle, “y se cuenta que la pequeña estuvo una semana estudiando el saludo en francés, “Bienvenue, madame De Gaulle”, pero a la hora de entregarle el remo de flores se puso tan nerviosa, que tuvo que hablar en castellano. Hasta el personal del parador se sumó al recibimiento del general vistiéndose  con el traje gallego.

El periódico “La Vanguardia” de Barcelona decía que previamente había llegado al parador una cama especial para el general, de 2´30 metros de larga, procedente de París. A consecuencia de la estancia del presidente francés y para su seguridad, el parador no admitió reserva alguna para los días cinco, seis y siete, que eran los días de la estancia del mismo. El periódico “El Pueblo Gallego” relataba que el día siete de junio, el general se había levantado a las cinco de la madrugada, tal como era frecuente y que “a esa hora mientras todos dormíamos en Cambados, De Gaulle se trasladó a la habitación contigua a la suya, que usa como despacho de trabajo durante las pocas horas que lleva en el pueblo”. El alcalde había relatado a este periódico que el matrimonio De Gaulle, “a las ocho y media oirán misa en francés en la capilla del parador que será oficiada por un padre salesiano”. Nadie ignoraba la religiosidad del general, ya desde niño y que mantuvo hasta el momento de su muerte, cinco meses después de su visita a Cambados.

 

Fotografías: EFE Servicios

 

 


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