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Las mámoas del Pousadoiro

Alberto Martínez Gago | Revista eSmás Vilagarcía Nº 12

Distinguiremos 3 tipos o estilos de tumbas (mámoas), aunque el fenómeno tumular es más complejo: de cámara sencilla, de corredor y cista
Las mámoas del Pousadoiro
 
Continuamos nuestro viaje por la arqueología de la Ría de Arousa, deteniéndonos en Alto del Pousadoiro, concretamente entre los ayuntamientos de Vilagarcía y Caldas, entre las parroquias de San Pedro de Cea y Godos, respectivamente. Aquí, concretamente en el Km. 49.800 de la carretera C-531, en el entronque con la pista que conduce a Xiabre, nos encontramos con una necrópolis megalítica, con 4 mámoas o dólmenes a la izquierda de la misma, y con 2 en un pequeño montículo a la derecha de la C-531.

Esta necrópolis forma parte de lo que se conoce como megalitismo, del griego mega=grande, y litos=piedra. Lo más característico de esta cultura era la construcción de grandes monumentos con piedras, donde las más numerosas son las que denominamos mámoas, modorras, medoñas, o antas (más usado en Portugal ya que dicha cultura abarcaba hasta el Duero), dólmenes en castellano. Este fenómeno tumular, como lo denominan algunos investigadores, abarcaría aproximadamente entre el VI y el II milenio A.C. Estas construcciones las realizaron digamos que los primeros grandes campesinos de Galicia, que poco a poco dejaron de ser nómadas para asentarse, temporalmente al principio, en ciertas zonas, y a diferencia de sus poblados hechos con materiales endebles, destacan estas tumbas realizadas con grandes ortostatos (piedras).

Eran tumbas colectivas, en las que las pequeñas tribus de 20-30 individuos enterraban a sus difuntos. Se situaban normalmente en las cimas de las sierras de superficies planas (como en el Alto del Barbanza) o en llanuras situadas a media altura, como en este caso, desde donde se obtiene un dominio visual muy amplio de los ayuntamientos de Villagarcía y Caldas.

Distinguiremos 3 tipos o estilos de tumbas (mámoas), con una cierta evolución histórica, aunque el fenómeno tumular es más complejo: de cámara sencilla, de corredor y cista.

Primero, de cámara sencilla, como aquí en el Alto del Pousadoiro: preparaban una superficie más o menos plana, para construir una cámara poligonal con grandes piedras hincadas verticalmente en el suelo y ligeramente inclinadas hacia el interior, sobre las que se situaba una losa de cubrición cerrando la cámara. Después se cubría toda la estructura con tierra sobre la que se colocaban piedras de pequeñas dimensiones, más o menos planas, a modo de coraza, dando la apariencia de pequeñas montañas o túmulos. Estos túmulos tienen una forma circular u ovalada, con unas dimensiones medias aquí concretamente de 14 x 14 metros aproximadamente. De las 6 que se tenían documentadas, hoy en día sólo nos quedan 4. Dos fueron destruidas en el año 1999 por una cantera de áridos. Otra está bastante alterada y partida por la pista que conduce a Xiabre, y la cuarta, ligeramente alterada también por la pista, presenta un cono de violación(alteración del túmulo debido a excavaciones realizadas por furtivos en busca de los tesoros) de grandes dimensiones, donde se aprecia también la superficie de 3 piedras u ortostatos más o menos alienados.

Las otras dos, cerca de la fábrica de cepillos Mariño, presentan un estado de conservación bueno, también con conos de violación, y algunas piedras que podrían pertenecer a la coraza, pero no se aprecia en superficie ningún ortostato. Cerca, hay distintos afloramientos de granito, por lo que se puede pensar que extrajeron de aquí las grandes piedras para la construcción de las mismas.

A 1.5 Km. en dirección al alto de Xiabre nos encontramos con otra necrópolis de la que os hablaré en el siguiente artículo, donde seguiremos profundizando en el complejo fenómeno tumular gallego.

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