Últimamente se ha hecho un hueco en el mundo del maquillaje y de las pasarelas de moda una nueva tendencia. A simple vista podría pasar completamente desapercibida pero lo cierto es que es todo un referente. Las top models de más alto nivel ya han probado las mieles de lo que los expertos han dado en llamar el “efecto cara lavada”. Esta técnica no es más que intentar crear la idea de que las modelos son así de naturales porque no están maquilladas… pero, evidentemente, nada se deja a su suerte, sobre todo, si hablamos de moda y tendencias…Esta técnica se ha bautizado como “tightlining”, o lo que es lo mismo, un tipo de delineado que se podría considerar como invisible. Pasa por ser un modo de maquillar el rostro ligeramente para conseguir grandes resultados en poco tiempo y con pocos medios, algo ideal para situaciones que no exijan un nivel de detalles demasiado elevado o para paliar los efectos del cansancio en el rostro.

Para poner en práctica esta técnica basta con aplicar un delineante o lápiz de ojos en el interior de los párpados superiores. A pesar de lo que pueda parecer, con este pequeño truco los resultados son notablemente satisfactorios. El primer efecto que se consigue es el de una apariencia muy natural, ya que las propias pestañas nos marcan la línea que puntualiza nuestro maquillaje pero sin hacerse evidente.

Esta técnica se ha utilizado con anterioridad para corregir pequeños defectos en la zona de los ojos o potenciar ciertos rasgos de las modelos que interese destacar sin tener que acudir a algo muy recargado. Los resultados obtenidos son: Unos ojos muy bien definidos, una mirada profunda y enmarcada y unas pestañas alargadas, que son sin duda el sueño de muchas mujeres. Además, para eventos de día se puede renunciar a tratamientos complementarios como el de las máscaras.

Paralelamente, esta técnica de “tightlining” es idónea para otro tipo de forma de maquillar más sofisticada, ya se adapta a las diferentes exigencias de cada caso y cada persona. Así, podemos lograr un efecto “cat eye” (mirada felina) o un “smokey eye” (mirada ahumada), dado que eliminamos el tono de nuestra piel en la zona que enmarca el ojo.

 ¿Cómo hacer el 'tightline'? 

La técnica del “tighline” triunfa por su sencillez, tanto en el acabado como a la hora de lograrlo. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es acertar con el lápiz de ojos escogido. Buscaremos uno que tenga una textura cremosa, con una punta fina para lograr un trazo delgado y que se deslice fácilmente. Si además tenemos uno que sea waterproof (resistente al agua), habremos acertado.

Otras opciones interesantes a tener en cuenta son los delineadores en gel, que también nos dan versatilidad para conseguir el objetivo buscado.

Para comenzar a aplicar el lápiz elegido, nos haremos con un espejo de aumentos de maquillaje, que nos facilitará el proceso. Levantamos el párpado superior del ojo (conocido también como párpado móvil). Notaremos, si nos fijamos bien, que existe un pequeño espacio entre las pestañas.

El objetivo es rellenar esos huecos con nuestro eyeliner pasando para ello la punta afilada por la línea inferior de las pestañas. 

Para las más exigentes o para aquellas que busquen mayor intensidad en sus ojos se puede aplicar esta sencilla técnica en las pestañas inferiores, con lo que estaremos duplicando el efecto sin apenas esfuerzo.

Como último consejo os invitamos a que probéis con un eyeliner de gel. Con la punta del pincel haremos una línea de puntos regulares en la zona interior de las pestañas. Una vez cubierta toda la zona comenzamos una segunda vuelta, rellenando y corrigiendo los espacios que nos han quedado sin cubrir.

Si se dispone de ambos elementos podemos probar uno en cada ojo y comparar resultados, ya que cada persona puede tener sus preferencias.

Además, esta otra técnica puede servirnos también para maquillajes de delineado externo.